Metodo Charlotte Mason

Estudio de la Naturaleza. Parte 2

«Al parecer, fueron a la escuela para decir una y otra vez, independientemente de dónde se encontraran, lo que ya se había dicho con demasiada frecuencia. Aprendieron a tener una opinión muy alta de Dios pero una opinión muy baja de su obras… aunque podrían decir que este mundo había sido creado por Dios mismo, lo que no vieron fue que es hermoso y que algunas de las bellezas más grandes son las más breves.»

wendell berry

Seguimos con la serie sobre Estudio de la Naturaleza, hablando ahora un poco sobre los animales, la exposicion temprana a la naturaleza y como nosotros como padres y tutores tenemos gran influencia en este proceso. Reconozco cómo mi actitud y miedos previnieron a mi primer hijo en su contacto con lo natural y cuán paciente he tenido que ser en el proceso de rescatar esa confianza y amor por la vida al aire libre.

A veces estamos muy preocupados por la pulcritud y/o por nuestra agenda personal, al menos es lo que a mí me pasó; y sin notarlo, robamos parte importante de la niñez de nuestros pequeños. Aunque parezca fuera del tema, la vida tan agitada que nos persigue en estos tiempos, la sobreestimulacion artificial y la industralización de la educación, nos aleja a kilómetros de brindarle a nuestros hijos la magia de deternos a observar la vida en general y lo que nos rodea, así como el beneficio de una infancia sin prisa y sin presiones finalmente innecesarias en esta etapa de sus vidas. Es por eso que la frase que resalto al inicio de este artículo me impactó al leerla, porque sentí la culpa de haber tenido en poco la maravillosa obra de las manos de Dios reflejada en su creación. Hoy deseo profundamente que mi familia pueda admirar al Creador divino a través de su creación.

Después de esta reflexión quiero continuar con las instrucciones que la Señorita Mason nos dejó en el Volumen I, sobre el estudio de la naturaleza. Quiero que puedas tener el mayor acceso posible a las «mismas» palabras de la Señorita Mason y tomar sus principios y recomendaciones para tu familia de la forma en que funcionen mejor para ustedes.

SERES VIVOS

Un campo de interés y deleite.

Entonces, en cuanto a las ‘criaturas vivientes’, aquí hay un campo de interés y deleite ilimitados. Los animales domésticados llegan a ser muy queridos por los niños. Quizás viven demasiado lejos de paisajes silvestres para que las ardillas y los conejos salvajes sean más para ellos que un sueño de posibles delicias. Pero seguramente hay un estanque al alcance por la carretera o el ferrocarril donde puedan atraparse renacuajos y luego ser llevados a casa en una botella, alimentados y observados a través de todos sus cambios, las aletas desaparecen, las colas se vuelven cada vez más cortas, hasta que finalmente no hay cola en absoluto, y una pequeña rana bastante perturbadora te mira a la cara. Levanta cualquier piedra, y puedes encontrar una colonia de hormigas. Siempre hemos sabido que nos toca considerar sus caminos y ser sabios… Luego están las abejas. Es posible que algunos de nosotros hayamos escuchado al difunto Dean Farrar describir esa lección en la que estuvo presente, sobre «¿Cómo es que la pequeña abeja está ocupada?» es brillante, pero los niños no responden, no les interesaban en absoluto las abejas ocupadas. Sospechaba la razón, y al interrogar a la clase, descubrió que ninguno de ellos había visto una abeja. ¡Nunca habían visto una abeja! Piense por un momento, dijo, «cuánto implica eso»; y luego nos conmovió la imaginación de una triste vida infantil que ha sido excluida de las abejas, los pájaros y las flores. Pero cuántos niños hay en los barrios bajos de Londres, que sin embargo no pueden distinguir una abeja de una avispa.

Se debe alentar a los niños a mirar.
Se debe alentar a los niños a observar, paciente y silenciosamente, hasta que aprendan algo sobre los hábitos y la historia de las abejas, las hormigas, las avispas, las arañas, las orugas peludas, las moscas del dragón y todo lo que tenga un crecimiento mayor…. Los brillantes ojos agudos con los que los niños son bendecidos fueron hechos para ver y ver las obras de criaturas demasiado pequeñas para la observación sin ayuda de las personas mayores. Las hormigas se pueden ver en casa haciendo [o comprando] una granja de hormigas. Tome doce hormigas de un hormiguero (no hormigas rojas, ¡pueden morder!), Algunos huevos y una reina. La reina es fácil de detectar porque es más grande que las otras hormigas. Tome un poco de tierra del hormiguero y póngalo en la granja de hormigas con las hormigas. Deje un agujero en una esquina superior tapado pero accesible. Las hormigas pueden estar inquietas durante un par de días, pero luego comenzarán a reasentarse y comenzarán a organizar la suciedad. Una vez a la semana, retire el tapón y ponga 2 o 3 gotas de miel sobre él. Cada 3 semanas, agregue 10 gotas de agua. En el invierno, las hormigas hibernan y no necesitarán comida ni agua. Una granja de hormigas puede durar años.

Con respecto al horror que algunos niños muestran ante el escarabajo, la araña, y el gusano, es generalmente aprendido de las personas adultas. Los hijos de Kingsley correrían tras su papá con un ‘curioso gusano / o ‘sapo encantador’, un ‘dulce escarabajo ‘ llevado con ternura en ambas manos. Hay verdaderos miedos que no se pueden superar, como el horror a la araña que el mismo Kingsley tenía; pero los niños que están acostumbrados a sostener y admirar orugas y escarabajos desde su infancia no darán paso a esos temores. El niño que pasa una hora observando las formas de un nuevo ‘gusano’ que haya encontrado, será un hombre que lo hará todavía. Que todo lo que descubra al respecto sea ingresado en su diario por su madre, si la escritura es un trabajo para él;  dónde lo ha encontrado, qué está haciendo; su color, forma, patas: algún día se encontrará nuevamente con la criatura y reconocerá la descripción de un viejo amigo.

La influencia de la opinión pública en el hogar.                                                        Algunos niños nacen naturalistas, con una inclinación heredada, quizás, de un ancestro desconocido; pero cada niño tiene un interés natural en los seres vivos, lo cual es asunto de sus padres alentar; porque, pocos niños son capaces de mantener su opinión frente a la opinión pública; y si ven que las cosas que les interesan son indiferentes o desagradables para usted, su placer en ellas desaparece, y ese capítulo del libro de la Naturaleza está cerrado para ellos. Es probable que la Historia Natural de Selborne nunca se hubiera escrito si no hubiera sido porque su padre solía llevar a sus hijos a expediciones diarias de búsqueda dónde cualquier cosa en movimiento no pasara por sus observaciones. Audubon, el ornitólogo estadounidense, es otro ejemplo del efecto de este tipo de entrenamiento temprano. «Cuando apenas había aprendido a caminar», dice, «y articular esas primeras palabras siempre tan entrañables para los padres, las producciones de la Naturaleza que se extendían por todas partes las señalaban constantemente … Mi padre generalmente acompañaba mis pasos». , me compró pájaros y flores, y señaló los elegantes movimientos, la belleza y la suavidad de su plumaje, las manifestaciones de su placer o su sensación de peligro, también las formas siempre perfectas y el espléndido atuendo de las flores. Hablaba de la partida y el regreso de los pájaros con la temporada, describía sus guaridas y, más maravilloso que todos, su cambio de su plumaje, lo que me motivaba a estudiarlos y apuntar mi mente hacia su gran Creador «.

Que pueden hacer los niños de la ciudad.                                                                    Los niños de la ciudad pueden disfrutar mucho al observar las formas de los gorriones y pajaros domésticados. Se puede hacer mucho con los gorriones… El niño que no conoce la forma corpulenta y el pecho manchado del tordo, el elegante vuelo de la golondrina, el pico amarillo del mirlo, el sonido de la canción que la alondra vierte desde arriba, es casi tan lamentable como aquellos niños de Londres que «nunca habían visto una abeja». Un conocido agradable, fácil de recoger, es la oruga peluda. El momento de apoderarse de él es cuando se lo ve arrastrando los pies por el suelo con mucha prisa; él está atento a lugares tranquilos en los quepueda acostarse: póngalo en una caja y cubra la caja con una red, a través de la cual puede observar sus operaciones. La comida no importa: tiene otras cosas que atender. Poco a poco gira una especie de carpa blanca o hamaca, en la que se retira; puedes ver a través de él y mirarlo, tal vez en el mismo momento en que su piel se parte en pedazos, dejándolo, en los próximos meses, una masa en forma de huevo sin ningún signo de vida. Por fin, el ser vivo dentro se escapa de este paquete, y ahí está, la hermosa polilla de tigre, agitando alas débiles contra la red. La mayoría de los niños de seis años han tenido este gusto de la experiencia de un naturalista, y vale la pena hablar solo porque, en lugar de ser simplemente una diversión inofensiva, es una pieza valiosa de educación, más útil para el niño que la lectura sola del libro de historia natural, o mucha geografía y latín. Porque el mal es que los niños obtienen su conocimiento de la historia natural, como todo su conocimiento, de segunda mano. Están tan saciados de maravillas que nada los sorprende; y están tan poco acostumbrados a ver por sí mismos que nada les interesa. La cura para esta afección es dejarlos solos un poco y luego comenzar con nuevas ideas. Pobres niños, no es culpa suya si no son como debían ser: pequeñas almas curiosas y ansiosas, todas ansiosas por explorar tanto de este maravilloso mundo como puedan, como su primer negocio en la vida.

Y definitivamente esta última parte, no puede ser más cierta. Ningún documental del mundo, ni los libros de naturaleza más descriptivos pueden reemplazar ese contacto de primera mano. Más bien, deberían ser ellos los complementos de esas salidas y experiencias naturales. Si bien hoy día contamos con tantos recursos educativos, es nuestra responsabilidad no abusar de ellos y más importante no permitir que reemplacen lo que podemos hacer por nosotros mismos. La recomendación que la señorita Mason dio respecto a los libros de esta área fue que: «El uso real de los libros naturalistas en esta etapa, es brindarle al niño imágenes encantadoras, de las maravillas del mundo en las que vive, para revelar el tipo de cosas que pueden ver los ojos curiosos, y llenarlos del deseo de hacer descubrimientos por sí mismos.» También recomendó algunos libros vivos que en forma de historias, pueden brindar de forma muy descriptiva y agradable, información sobre el mundo natural.

Quiero terminar con estas palabras de C.H. Spurgeon y un extracto del del libro de Job:

«En el campo tenemos un gabinete de estudio con textos colgados en sus paredes para meditarlos. Desde el cedro hasta el hisopo; desde el águila hasta la langosta, desde la expansión del cielo hasta una gota de rocío. Todo esta lleno de su enseñanza. Y cuando es el Señor que abre los ojos, esa enseñanza brilla sobre la mente en forma mas vívida que la que recibimos de los libros.» C.H. Spurgeon. Lecturas Matutinas.


👉» También El carga de humedad la densa nube, y esparce la nube con su relámpago; aquélla gira y da vueltas por su sabia dirección, para hacer todo lo que El le ordena sobre la faz de toda la tierra. Ya sea por corrección, o por el mundo suyo, o por misericordia, El hace que suceda. Escucha esto, Job, detente y considera las maravillas de Dios.» Job 37:11‭-‬14 LBLA .

Proximamente estaré compartiendo la tercera parte de esta Serie de Estudio de la Naturaleza al estilo Charlotte Mason, ¡nos vemos pronto!

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