Yo dejé de "sufrir" la maternidad, desde el día en que entendí que ella no era un obstáculo sino más bien el camino para crecer; que mi educación y crecimiento personal era algo permanente y que a pesar, que los tiempos de la vida cambian como las estaciones del año, siempre hay algo que puedo hacer por mí y a la vez para los míos. Se abrió ante mí una puerta de intereses personales, me hice consciente de ese apetito por aprender y hasta retomar lo abandonado. Noté, cómo mi familia empezó a crecer conmigo. De repente, los minutos y pequeños espacios libres se hicieron más evidentes. Y ahora, entiendo que en mi caso sólo fue cuestión de perspectiva. Ha dejado.....