Metodo Charlotte Mason

Principios de la Filosofía de Educación de Charlotte Mason

1. Los niños nacen personas.

2. No nacen buenos o malos, pero con posibilidades para el bien y el mal. (Vale agregar que aunque los niños nacen con una naturaleza pecaminosa, todos los niños desde el punto de vista del componente moral deben ser educados para tomar decisiones frente a lo malo y lo bueno)

 (La invitación es a considerar este principio desde el contexto social y educativo en el que se encontraba Charlotte Mason durante la época victoriana en Inglaterra)

3. Los principios de Autoridad, por una parte, y Obediencia por el otro, son naturales, necesarios y fundamentales, Pero

4. Estos principios están limitados por el respeto debido a la personalidad de los niños, que no debe ser invadida ya sea por el uso directo del miedo o el amor, la sugerencia o la influencia, o por la manipulación indebida de cualquier deseo natural.

5. Por lo tanto, estamos limitados a tres instrumentos educativos, la ATMÓSFERA del ambiente, la DISCIPLINA del hábito, y la presentación de las IDEAS VIVAS. En la P.N.E.U. el lema es: «La educación es un ambiente, una disciplina y una vida».

6. Cuando se dice que la EDUCACIÓN ES UNA ATMÓSFERA, no se entiende que un niño debe ser aislado en lo que se puede llamar un «entorno infantil» especialmente adaptado y preparado para él; sino que debemos tener en cuenta el valor educativo de su entorno natural, tanto en lo que respecta a las personas como a las cosas, y se debería dejar que viva libremente entre sus propias condiciones. Reducir el mundo de un niño al nivel “infantil, puede atrofiarle.

7. Por la educación es una DISCIPLINA, se entiende disciplina de los hábitos formados definitiva y cuidadosamente, bien sean hábitos de la mente o del cuerpo. Los fisiólogos dicen que la estructura cerebral se adapta a las líneas habituales del pensamiento, es decir, a nuestros hábitos.

8. Cuando se dice que la EDUCACIÓN ES UNA VIDA, se refiere a la necesidad intelectual y moral, así como el sustento del cuerpo está implícito. La mente se alimenta de ideas, y por lo tanto los niños deben tener un Currículo generoso.

9. Por el contrario, la mente de un niño no es un saco para llenar de ideas; sino que es más bien, si la figura se permite, un organismo espiritual, con un apetito para todo tipo conocimiento. El conocimiento es su dieta adecuada, la que es capaz de digerir y asimilar como el cuerpo lo hace con los alimentos.

10. Pero la mente no es un recipiente en el que las ideas deben ser arrojadas como propone la teoría Herbartiana que pone el ejercicio de la educación como la preparación del conocimiento en trozos tentadores, y presentados en el debido orden por el maestro. Los niños enseñados sobre este principio están en peligro de recibir mucha enseñanza con poco conocimiento; y el axioma del maestro es, “lo que un niño aprende importa menos que cómo lo aprende”.

11. Pero, creyendo que el niño normalmente ya tiene la capacidad para lidiar con todos los conocimientos propios para él, deberíamos ofrecerle un currículo completo y generoso; cuidando, de que el conocimiento que se le ofrece es vital, es decir, que las verdades no se presentan sin el acompañamiento de las Ideas formativas. De esta concepción sale el principio,

12. LA EDUCACIÓN ES LA CIENCIA DE LAS RELACIONES; es decir, que un niño tiene relaciones naturales con un vasto número de cosas y pensamientos: por lo que debemos entrenarlo sobre ejercicios físicos, naturaleza, manualidades, ciencia y el arte, y sobre muchos libros vivos; porque sabemos que nuestro deber no es enseñarle todo sobre cada cosa, sino ayudarle a afianzar «Esas afinidades personales que conectan nuestra nueva existencia con las cosas existentes”.

13. Al diseñar un programa para un niño normal, de cualquier clase social, se deben considerar tres puntos: (a) Que requiere mucho conocimiento, ya que la mente necesita suficiente alimento así como el cuerpo.  (b) El conocimiento debe ser variado, ya que la monotonía en la dieta mental no crea apetito (es decir, curiosidad) (c) El conocimiento debe comunicarse en un lenguaje bien elegido, porque su atención responde naturalmente a lo que se transmite en forma literaria.

14. Como el conocimiento no se asimila hasta que se reproduce, los niños deben «narrar» después de una sola lectura: o deben escribir algo sobre lo que han leído.

15. Se insiste en una sola lectura, porque los niños tienen naturalmente un gran poder de atención; pero esta fuerza es disipada por la re-lectura de pasajes, y también, al cuestionar, resumir y cosas similares. Sobre la base de estos y algunos otros puntos en el comportamiento de la mente, encontramos que la educabilidad de los niños es enormemente mayor de lo que hasta ahora se ha supuesto, y depende poco de circunstancias tales como la herencia y el medio ambiente. La precisión de esta afirmación tampoco se limita a los niños inteligentes o a los niños de las clases educadas: miles de niños en las escuelas primarias responden libremente a este método, que se basa en el comportamiento de la mente.

16. También debería ofrecerse a los niños dos guías para la autogestión moral e intelectual; a estos podemos llamarles el Camino de la Voluntad y el Camino de la Razón.

17. El camino de la voluntad: se debe enseñar a los niños, (a) a distinguir entre «Quiero» y «Debo». (b) Que el camino para la voluntad efectiva es desviar nuestros pensamientos de lo que deseamos, pero que no debemos hacer. (c) Que la mejor manera de redirigir nuestros pensamientos es pensar o hacer algo diferente, entretenido o interesante. (d) Que después de un poco de reposo en esta manera, la voluntad vuelve a su trabajo con nuevo vigor. (Esta parte de la voluntad la conocemos como diversión o distracción, cuyo fin es aliviarnos durante un tiempo para que podamos nuevamente retomar con energía renovada). El uso de la sugestión como una ayuda a la voluntad se desaprueba, ya que tiende a atrofiar y estereotipar el carácter. Parece que la espontaneidad es una condición del desarrollo, y que la naturaleza humana necesita tanto la disciplina del fracaso como la del éxito.

18. El camino de la razón: también enseña a los niños a no «inclinarse (con mucha confianza) a su propio entendimiento»; porque la función de la razón es dar una demostración lógica (a) de la verdad matemática, (b) de una idea inicial, aceptada por la voluntad. En el primer caso, la razón es, prácticamente, una guía infalible, pero en el segundo, no siempre es segura; pues, ya sea que esa idea sea correcta o incorrecta, la razón lo confirmará mediante pruebas irrefutables.

19. Por lo tanto, se debería enseñar a los niños a medida que adquieren la madurez suficiente para comprender dicha enseñanza, que la principal responsabilidad que les corresponde a las personas es la aceptación o el rechazo de ideas. Para ayudarles en esta elección, les brindamos los principios de conducta y una amplia gama de los conocimientos. Estos principios deberían salvar a los niños de algunas de las reflexiones y acciones descuidadas que hacen que la mayoría de nosotros vivamos en un nivel más bajo del que necesitamos.

20. No hacemos ninguna separación entre la vida intelectual y ‘espiritual’ de los niños, sino que les enseñamos que el Espíritu de Dios tiene acceso constante al espíritu del niño, y es su Ayudador permanente en todos los intereses, deberes y alegrías de la vida.

Traducido del Volumen 6, A Philosophy of Education. A Short synopsis. xxx-xxi

4 respuestas a “Principios de la Filosofía de Educación de Charlotte Mason

  1. Que hermoso, creeme he estado investigando sobre a donde ir (la ruta de enseñanza) y aunque las demás me parecen maravillosas, no lograban engancharme del todo, pero cuando escuche de Charlotte su historia y su visión respecto a la educación, dije ESTO ES LO QUE QUIERO PARA MÍ, no creo en casarme con libros, pero sí comprometerme en métodos. PRECIOSO, me siento enamorada

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